domingo, 30 de marzo de 2014

10 juegos de rol que...


Pues siguiendo con la estela de recopilar series, libros, videojuegos o películas imprescindibles, toca el turno a los juegos de rol, lo que es más complicado, ya que a pesar de ser un catálogo amplio, es mucho más reducido que en las otras categorías. Pero ahí me lanzo a mencionar los 10 juegos de rol que por un motivo u otro me han marcado.

-Teto: El clásico, el que sin duda saldrá en casi todas las listas de este tipo, al ser uno de los juegos de rol más jugados de todos los tiempos (si no el que más) y uno con el que mucha gente empezó en esto de tirar dados (mientras cantaban la archiconocida regla de oro: si sale impar, te la meto). Y entre esa gente estoy yo, que me inicié en el rol con aquella cantinela, y teniendo incluso mi primer dado de la suerte.  Curiosamente, eso sí, al Teto apenas llegué a arbitrar; siempre he preferido ser jugador., y eso que nunca he sido demasiado fan de la patada en los cojones que te dan si pifias.
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La llamada de Cthulhu: Este es uno de mis favoritos. El argumento es bien sencillo: Cthulu, por muchos tentáculos y superpoderes que tenga, es un ser con sus necesidades biológicas; entre las que se incluye la llamada de la selva (o, dicho sin rodeos, del señor Roca). Cuando un ser todopoderoso tiene que hacer sus necesidades, toda precaución es poca; y el camino siempre está lleno de obstáculos (puertas cerradas, tiranosaurios que derriban retretes, otros profundos haciendo cola para entrar...), y por ello los jugadores deberán escoltar y ayudar a su señor para que pueda por fin, evacuar. Da lugar a partidas muy interesantes y repletas de aventura y misterio. 

-2048: Probablemente a todos sonará este fantástico juego futurista, en el que una serie de matemáticos trabaja en su laboratorio para calcular potencias. Altamente realista y muy recomendable; he dirigido varias partidas y han resultado un éxito; si bien algunos personajes se repiten (especialmente los doses y los cuatros), lo que puede llevar a confusión a los jugadores (aunque simplifica enormemente el proceso de creación de personajes). 

-La leyenda de los 5 anillos: Puede sorprender su presencia en esta lista, ya que cualquiera que conozca un poco mis gustos sabe que el único deporte que venero es el básket, y que el logo de los juegos olímpicos no me dice nada. Por tanto, una ambientación en atenas, en las que un grupo de diseñadores debe enfrentarse a su primera campaña de publicidad para aunuciar los juegos no es, en principio, santo de mi devoción. Pero  se ha ganado un hueco en el hall gracias a aquellas partidas de Pamplona en las que la buena dirección del master y la buena compañía conseguían que disfrutara la campaña.

-La mirada del Centinela: Un juego de voyeurs que desde el primer momento me hizo tilín. Espías en su faceta más pervertida, los vestuarios del gimnasio se quedarán cortos al lado de las campañas que propone el manual. 

-Aquí Larry: Mundo ambientado en la península ibérica medieval, donde Larry, un aldeano un tanto patán, será el protegido de los jugadores, que deberán -dependiendo de la campaña que se juegue- liberarle de la inquisición, ordeñar sus vacas, salvar a sus olivos de la peste, e incluso localizarle entre un grupo de campesinos con la divertida modalidad "¿dónde está larry?".

-Cupasangre (más tarde llamado cariñosamente "vampiro"): Ya lo decían las instrucciones en la contraportada: "Ejerce la abogacía y exprime todo lo que puedas a tus clientes". Dentro de este juego englobo, por simplificar, todo el "Mundo de burocracia" que durante unos años prácticamente monopilizó los juegos de rol. A día de hoy debo confesar que prácticamente lo abomino, pero ocupó una faceta muy importante de mi ocio, y a nivel personal me hizo elegir la carrera de abogado. 

-Amebas La Mascarada: Este juego merece estar aquí por varios motivos. Uno, por ser el juego al que jugamos todas las semanas desde hace ya casi 3 años, y es la excusa para juntarnos, y otro por la importancia que tiene dentro de los juegos de rol en España. Pero aunque no fuera por eso, lo elegiría por ser el juego al que más dirigí en su momento, y por la ilusión que me hizo cuando pude participar personalmente en una partida dirigida por su creadores, a los que tuve el honor de conocer en persona.

Ánima: He jugado realmente poco a Ánima, y sospecho que el sistema de juego nos quedaba un poco grande en aquella época, demasiado sofisticado; pero fue el primer manual de rol que me compré, y ya solo por eso, se merece un puesto aquí.

-Okalimotxo: Vale, esto no es un juego de rol propiamente dicho, sino una campaña autojugable para el sistema D6 (el dado normal de toda la vida), pero es una a la que tengo especial estima, ya que disfruté mucho no solo dirigiéndola sino también revisándola y corrigiéndola. De este juego debo destacar que llegamos a jugar mucho en su época, en los tiempos de Casaiñigo, y que nuestros personajes (bueno, personajes y jugadores) acabaron siendo tan ridículamente pedos que decidimos llamarlo cariñosamente "Cocalimotxo".



Y como siempre, al empezar la lista parece que no va a haber candidatos suficientes y acabas teniendo que dejarte algunos en el tintero.



Idea de post sugerida por "el falso jokin que se fue tres meses a Suecia". Puedes leer la entrada original aqui.

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