Continúo inmerso en el aprendizaje de mi papel en "La Venganza de Don Mendigo". Por eso, en primicia antes del estreno de Junio, y sin ánimo de hacer spoilers, os dejo aquí un extracto de la primera escena de la Jornada Tercera; donde Mantecada y su nuevo flechazo, Don Crespo, debaten sobre la placentera visita que les aguarda.
Crespo- (oteando) Ya los locos silbidos
dan al aire las noticias.
¡Albricias!
Mantecada- (aguzando el oído) ¿Silban?
¿A quién tal ruido precede?
Crespo- Anuncian al gay.
Mantecada- ¿Al gay? (ilusionado, y buscando por el horizonte)
¿no me engañáis, tunante?
Crespo- ¡No tal!
Alfonso (¡qué monumento!)
salió de la ciudadela,
vestido de lentejuelas,
con rumbo a este campamento.
Viene a hacer un Show privado,
y en verle habremos honor,
que en el arte del amor
no hay otro más esforzado.
Ayer juró por su trompa,
y ante toda la nobleza
que hasta no entrar en Baeza
no ha de quitarse la ropa.
Y siendo ayer once, infiero
que en llegar tendrá interés,
pues él se exhibe el primero
y el quince de cada més.
Mantecada- Y no será otro el motivo
que incita al Gay a venir?
Crespo- No sé, marqués, qué decir...
aquí hay mozos muy atractivos...
Mantecada- (echando una mirada de arriba a abajo a Crespo) Haylos
Crespo- ¡Cielos! ¿Y opináis vos...?
Mantecada- ¡Claro está!
Crespo- ¿que aquí viene...?
Mantecada- Es muy creíble....
Crespo- ¿Alguna loca?
Mantecada- (haciéndose el interesante) Quizá.
Crespo- (segurísimo)¿¡Sois vos, Marqués!?
Mantecada- ¡Dios me libre!
Crespo- si no es por vos, suponéis... (sorprendido)
¡que viene por mí...!
Mantecada- Don Crespo,
en la llaga vuestro dedo
con gran tino puesto habéis!
Crespo- ¡Pues pierde su tiempo el gay,
pues vuestro fogoso Crespo
no se encuentra de él prendado;
sino del un bardo errabundo,
que le dejó fascinado
una mañana en bello
jardín de los Alvarado.
Mantecada- (acalorado y con cierto sofoco)
Vive el cielo que imagino
cómo estaría el tal bardo
que os hizo perder el tino.
¿Sabéis su nombre?
Crespo- Renato.
Mantecada- ¡aquí le pillo y aquí le mato! ...
Crespo- ...¿Cómo decís?
Mantecada- ... nada, nada.
¿Y se apellida?
Crespo- Lo ignoro,
señor Marqués Mantecada.
Mantecada-(en bajo) ¡Es Don Mendigo, sin duda!
Crespo- (interrumpiendo y señalando)
¡Ved! Ya se le avista el cimbrel por la cañada.
Moncada- Es verdad. (saltando con gran alegría)¡El gay se acerca...
y nos pondremos "moradas"!
(señalándose el paquete)¿Vamos a por él?
Crespo- (con ansias) Sí, vamos,
señor Marqués Mantecada.
(Salen ambos corriendo y gritando piropos, a recibir al gay).
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