lunes, 3 de febrero de 2014

Pidiendo en el metro

Es muy común que el público se sitúe estratégicamente 
detrás del actor, para aprovechar mejor la acústica. 


Este fin de semana, como es costumbre entre los compañeros del grupo de Teatro, hemos salido a pedir por las calles de Bilbao.  En esta ocasión en concreto, hemos elegido como emplazamiento la parada de Metro de Moyúa, que por su ubicación en pleno centro de la ciudad, y por la cantidad de transeúntes resulta idóneo para estas actividades tan gratificantes. 

El Sábado, a eso de las 7 de la tarde, acudimos allí, con nuestras mejores galas para la ocasión, y por turnos fuimos recitando unos monólogos que habíamos preparado. Por desgracia, el público no estuvo demasiado atento, mostrando una vez más su preferencia por mirar escaparates e incluso por cambiarse de acera. 

Aún así, a pesar de que la recaudación fue prácticamente nula (un transeúnte generoso nos premió con un papel de chicle y una cajetilla vacía de tabaco), resultó conmovedor escuchar los aplausos de nuestros espectadores; aplausos que, por otro lado, no pudimos agradecer con la efusividad que hubieran merecido, ya que estábamos ocupados identificándonos ante unos Ertzaintzas en esos momentos. Dos hombres, dicho sea de paso, muy amables, que sin duda deseaban saber a quiénes recurrir para futuros anuncios de su institución. 

Como parte negativa, resaltar que la presencia de personas con vestuario parecido al nuestro repartidos por diversas esquinas de la plaza, no fue de ayuda. Sin duda debió resultar algo confuso para quienes acudieron a vernos, que esperarían que ellos también actuasen. 


Puedes leer aquí la entrada que escribió Jokin. 

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